Un sistema político con licencia para robar.

En Honduras los entes encargados de impartir justicia están en manos y a disposición de los corruptos, quienes han institucionalizado la impunidad llevándola hasta los Poderes del Estado, de esta forma han blindado de manera eficiente la justicia, que en Honduras parece tener vendados los ojos. 

A pesar de los intentos de la MACCIH por combatir la corrupción y la impunidad, la negativa del Congreso Nacional en aprobar la Ley de Colaboración Eficaz hace casi imposible llevar los casos de corrupción presentados ante el Ministerio Público a sentencias. En general la débil institucionalidad y la nula independencia de los Poderes del Estado ha contribuido a exacerbar el flagelo de la corrupción, llevando el país al extremo de buscar desesperadamente que organismos internacionales solventen el conflicto que vive el país.

Como consecuencia en los últimos tres años además de la instalación de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad MACCIH, desde Estados Unidos se han aprobado leyes para “intimidar” a los políticos corruptos, tales como la Ley Global Magnitsky destinada a sancionar a extranjeros señalados por cometer actos de corrupción, violación de derechos humanos y terrorismo y la reciente firma de la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) que incluye una disposición que obliga a su Secretario de Estado enlistar a los funcionarios centroamericanos involucrados en corrupción, narcotráfico y financiamiento ilícito de campañas políticas en Guatemala, Honduras y el Salvador. 

Pero como sabemos ningún favor es gratuito y esto queda claro cuando por medio de la red social twitter la representante de negocios de la Embajada de los Estados Unidos Heide B Fulton insta a los países ‘aliados’ a negarse a entablar relaciones con China, un claro llamado de atención al Salvador y una amenaza para Honduras y Guatemala, además del resto de países del hemisferio que reciben ayuda de Estados Unidos.

El poder del país norteamericano en tierras hondureñas ha llegado a tal punto que el pasado 28 de agosto una comisión de 7 congresistas que forman parte del Comité de Asuntos Judiciales del Congreso de Estados Unidos en una supuesta visita de cortesía llegaron a conocer los avances y retos que enfrenta el sistema Judicial de Honduras, además de fiscalizar la colaboración que existe entre el Poder Judicial, el Ministerio Publico y la MACCIH,ya que desde Estados Unidos no están conformes con la inversión sin frutos que se ha estado haciendo en Honduras. 

El pasado mes de julio el jefe de la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad de la Corrupción (UFECIC), Luis Javier Santos junto a Ana María Calderón presentaron en Washington DC un informe sobre los avances y retos actuales de la MACCIH, informe un tanto desalentador que deja entrever la nula colaboración del Gobierno de Honduras en los procesos de investigación de la Misión, además orillado por la situación de violencia que impera en Honduras y la poca o nula seguridad con la que cuenta la Unidad Fiscal Especial, Santos aprovechó su viaje para buscar apoyo para su seguridad y la del personal que trabaja en la agencia. 

El jefe de la UFECIC siente que su vida corre riesgo al ser el encargado de Investigar y presentar las pruebas contra los implicados en actos de corrupción. Durante la gira que realizó en Washington se reunió con el congresista Tim Rieser; haciéndole ver que los esfuerzos que intenta realizar desde la UFECIC no serán efectivos mientras no cuente con la seguridad necesaria para señalar de manera frontal a los responsables de la comisión de delitos de corrupción, Luis Javier Santos ya fue victima de un atentado en el 2008 del que sobrevivió milagrosamente tras recibir seis impactos de bala, hecho que se llevó a cabo en la ciudad de San Pedro Sula en el mes de septiembre.

Mal paga el diablo a quien bien le sirve 

En política no hay amigos ni enemigos permanentes, únicamente intereses, y a pesar del estrecho acercamiento entre el gobierno nacionalista y el país norteamericano, los últimos acontecimientos señalan que la historia se repite. Así como en Guatemala cayó Otto Pérez Molina y Antonio Saca en El Salvador, quienes en algún momento contaron con la venia de Estados Unidos y así lograron mantenerse en el poder cometiendo escandalosos actos de corrupción, hasta que dejaron de formar parte de los intereses de la potencia norteamericana, es probable que así mismo caiga el partido de gobierno en Honduras tras revelarse un sin fin de actos de corrupción que promueven el narcotráfico y la migración a tierras estadounidenses.  

Investigación de Pro Honduras Network

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